Lo que importa mucho al aprender la teoría del sistema gramatical son las relaciones mutuas entre todos los aspectos del idioma. La ciencia de la lengua suele dividirse en tres disciplinas más importantes: fonética (fonología), gramática y lexicología. Según la tradición lingüística, la fonética y la gramática tienen que ver con las categorías más abstractas. Por ejemplo: vocales, consonantes, nombre sustantivo, verbo, sujeto, predicado, etc. Esos términos se refieren a toda clase de elementos homogéneos. Al mismo tiempo lexicología estudia fenómenos individuales – vocablos, es decir, se trata de las palabras y de sus significados léxicos individuales.
La gramática no es el único estudio que puede hacerse del lenguaje. Las lenguas son estudiadas desde varios puntos de vista.
La relación entre la gramática y la fonología consiste en que cada significado gramatical en el idioma tiene su expresión mediante sonidos. Por ejemplo, en cualquier paradigma verbal las flexiones como combinaciones de sonidos expresan diferentes tiempos, modos, personas gramaticales (abro, abres, abre, abrimos, abrís, abren) en el paradigma adjetival las flexiones expresan los significados de género y número gramaticales (alto, alta, altos, altas).
Cambios de la entonación con la inversión o sin ella pueden expresar la diferencia entre la oración afirmativa y la interrogativa: José canta. – ¿José canta?– ¿Canta José?
Para el sistema fonético español es muy característico evitar conjuntos de consonantes., a lo que se debe la variedad de formas del plural del nombre: -s, -es, ∅ (la mesa–las mesas, el árbol–los árboles, el lunes–los lunes). Como vemos, un fenómeno fonético tiene unas consecuencias muy importantes para la gramática española.
El acento también es relevante para el sistema gramatical cuando influye en los valores gramaticales diferenciando ciertas formas gramaticales de tiempo, modo, persona, partes de la oración, etc.: entro–entró, compre-compré, tu–tú, se–sé, si–sí.
Los medios gramaticales y léxicos que expresan una misma idea forman en el lenguaje los campos léxico-gramaticales. Por ejemplo, la modalidad puede expresarse léxica y gramaticalmente: con la ayuda de la forma gramatical de subjuntivo (¡Que venga!), de tiempos gramaticales (¿Cuántos años tendrá?, ¿Quién sería?), con la ayuda de los verbos modales (poder, desear), palabras o expresiones modales (probablemente, tal vez, es posible), construcciones perifrásticas (deber de, tener que), etc. La pluralidad se expresa en el idioma español con medios gramaticales y léxicos: niños, mucho trabajo, campesinado, muchedumbre, soler + infinitivo, imperfecto habitual, etc.
El género del sustantivo puede estar relacionado con su significado léxico: los sustantivos animados cuyo género corresponde al sexo biológico (niño–niña, hijo–hija, madre-padre), grupos temáticos de sustantivos no animados (los ríos, los océanos, los montes, las letras del alfabeto, las notas musicales, etc.). El género diferencia los significados léxicos en el grupo de los sustantivos bigéneros (omónimos genéricos): el capital–la capital, el frente–la frente.
El número del sustantivo en los casos de Pluralia tantum y Singularia tantum se determina por los significados léxicos de las palabras: nombres de materia (el agua, el trigo), fenómenos únicos en su género (el sol, la luna); denominaciones de la multitud de objetos o fenómenos (los añicos, las modales), objetos-pares (los pantalones, las tijeras), etc.
Los verbos defectivos son los verbos que carecen de algunas formas en la conjudación verbal y algunos de estos casos se explican por los significados léxicos de dichos verbos: atañer, concernir, soler.
El empleo de la voz pasiva se determina por las características léxico-gramaticales de los verbos transitivos/intransitivos. Así, sólo los verbos transitivos forman la voz pasiva (construir – se construye) mientras que los intransitivos carecen di dichas formas. Existe, además una relación estrecha entre la función sintáctica y la característica léxico-gramatical del verbo. Por ejemplo, si el predicado está expresado por el verbo transitivo, el sujeto como regla corresponde a la persona, ser vivo (Juan bebe; ella toma un taxi).
En la relación entre la gramática y la lexicología se basa el fenómeno de la lexicalización. Si la forma gramatical que no es característica para la palabra con el significado dado sin embargo se añade a esta palabra, podemos asegurar que la palabra ha cambiado su significado léxico. Por ejemplo, en los casos de Singularia tantum las formas del plural de los sustantivos indican el cambio de sus significados: agua ‘вода’ – aguas ‘переливчатость’, honra ‘честь’ – honras ‘панихида’. Este cambio semántico testimonia la lexicalización de la categoría del número del sustantivo. Los sustantivos sultán y capitán por sus significados léxicos no tienen formas correspondientes del género femenino para expresar la oposición según el sexo. Las formas femeninas correspondientes indican la lexicalización de la categoría del género: sultana ‘вид турецкого корабля’, capitana ‘флагманский корабль’.
Hasta hoy día la atención principal se prestaba a las posibilidades estilísticas del sistema léxico del idioma. Pero para expresar matices estilísticos sirven diferentes medios del idioma: léxicos, fonéticos, gramaticales.
Los tiempos verbales se caracterizan por sus usos estilísticos y en muchos casos adquieren matices expresivos: imperfecto pintoresco, futuro de sorpresa, presente coloquial, etc.
Las formas del género gramatical, por ejemplo, desempeñan en el idioma una función estilística muy importante. Las formas la color, la calor, la puente tienen el matiz del habla cotidiana, familiar. Las formas imbécila, parienta caracterizan el habla vulgar. El femenino del sustantivo mar corresponde al habla poética, elevada.
El número gramatical del sustantivo también sirve para los fines expresivos: los cielos, las tripas. A veces, al revez, las formas del singular adquieren valores más expresivos que las del plural: Allí vas a ver mucha chica bonita.
El empleo del artículo está estrechamente relacionado con los matices estilísticos de los sustantivos que el artículo determina: un 3 de diciembre, todo un Amazonas, la Lola, los mil dólares, ser un filósofo, etc.
Tales fenómenos como laísmo, loísmo y leísmo están relacionados con el uso estilístico de las formas átonas del pronombe personal: la beso las manos a María; a Juan no lo doy nada. Cabe mencionar el empleo de pronombres enfáticos personales (Come tú. Yo no tengo hambre), valores expresivos de los pronombres demostrativos (aquella momia), tales fenómenos como voseo (vos vivís), plural de modestia (Hemos llegado a la conclusión), y muchos otros casos de valores enfáticos de las categorías gramaticales.