El concepto de oposición se basa en la idea de identidades y diferencias. Puede hablarse de las oposiciones en el campo léxico: frío se opone a caliente, feo se opone a hermoso, etc. En la gramática, como queda dicho ya, el género masculino no existe sin el género femenino, el número singular no existe sin el número plural, etc.
Cada oposición tiene el elemento positivo (fuerte, marcado), que lleva sólo la característica de si mismo; y el elemento negativo (débil, no marcado) que contiene no sólo la idea de si mismo sino también la del elemento opuesto. Por ejemplo, en la oposición según el número el plural es el elemento fuerte, mientras que el singular es el elemento débil de la oposición y puede adquirir el valor del plural. Citemos los ejemplos de la sustituición del plural por el singular: El soldado debe amar a su patria; El jardín otoñal pierde su hoja. En la oposición genérica el miembro marcado es el femenino y el masculino es el elemento débil de la oposición. Así, en la frase La mujer prefiere morirse a renunciar a la fe el sustantivo del género femenino (mujer) señala sólo a la persona del sexo femenino; mientras que en la frase El hombre quiere ser feliz el sustantivo del género masculiono (hombre) señala a los representantes de ambos sexos. Compare las particularidades de la categoría del género en los siguientes ejemplos: La loba suele ser tan feroz al defender a sus lobatos – El lobo es un mamífero carnícero. En la oposición lobo–loba el sustantivo del género masculino (elemento débil) corresponde a ambos sexos denominando la especie del animal en general, mientras que el elemento del género femenino (elemento fuerte) señala sólo a la hembra. Cuando el elemento débil de la oposición sustituye el elemento opuesto tiene lugar la neutrallización de la oposición,. En el español, por ejemplo, las oposiciones genéricas de los sustantivos animados siempre se neutralizan en el plural: el padre y la madre = los padres; el niño y la niña = los niños.