2. ИСПАНСКАЯ ЛИТЕРАТУРА ЭПОХИ СРЕДНЕВЕКОВЬЯ

2.1 Формирование испанской средневековой народности и государственности

2.2 Основные исторические и культурные характеристики Средневековья

2.3 Проблема зарождения и развития героического эпоса. Своеобразие кастильского героического эпоса. «Песнь о Сиде»

2.4 Поэзия Гонсало де Берсео. Культурная и литературная деятельность Альфонса X Мудрого. Значение переводческой школы, созданной при дворе Альфонса

2.5 «Граф Луканор» Хуан Мануэль

2.6 «Книга благой любви» Хуан Руис.

La Edad Media es un período histórico comprendido entre el siglo V y el siglo XV. Después de la Edad Antigua y antes de la Edad Moderna. Empieza en el año 476 con la caída del Imperio romano de Occidente y llega a su fin en 1492 con el descubrimiento de América. Suele dividirse en dos grandes períodos: la Alta Edad Media (del siglo V al siglo X) y la Baja Edad Media (siglo XI al siglo XV). Son diez siglos en los que abundan los conflictos bélicos y los problemas sociales. Durante este período tiene lugar la Reconquista de los reinos cristianos, que luchan por recuperar los territorios ocupados por los reinos árabes tras su llegada a la península ibérica en el siglo VIII, casi ochocientos años de dominación árabe que marcarán la historia de España.

La nueva estructuración de la sociedad estará marcada por la convivencia de tres culturas (cristiana, árabe y judía) lo que aportará originalidad a la literatura. El papel fundamental lo tiene en esta época la peregrinación a Santiago de Compostela, una importante vía cultural que acercaba España a Europa.

La sociedad feudal

La sociedad en los reinos cristianos de la península ibérica se caracteriza por una clara jerarquía de estamentos y se pertenecía a uno u otro en función del nacimiento, todos tenían un cometido para mantener el orden social. Además, del rey, que era la máxima autoridad, podemos distinguir entre clases sociales privilegiadas y no privilegiadas:

-La Nobleza, que poseía grandes extensiones de tierra y vivía de las rentas, o sea del trabajo de quienes vivían en sus territorios. Residía en castillos, mansiones o en la corte.

-El Clero, en el que se diferencian entre alto clero (obispos, abades... que vivían como la nobleza) y el bajo clero (frailes, monjas y sacerdotes, que llevaban una vida más humilde). Eran los encargados de preservar y difundir la cultura, que es conservada en los monasterios y será de estos últimos de los que surgirán las primeras universidades.

-El pueblo llano, que vive y trabaja en las tierras de los señores, algunos campesinos eran propietarios de sus tierras, pero la mayoría trabajaba para los grandes propietarios y no poseían bienes; sólo tenían derecho a cultivar, habitar la vivienda cedida y comer lo que producían, vivían en unas condiciones próximas a la esclavitud.

-Avanzada la Baja Edad Media al abrigo de las ciudades proliferan los burgueses (mercaderes, banqueros, notarios, médicos, etc.) Entre ellos se diferenciaban por la

riqueza que poseían. Y será esta nueva clase social la que hará cambiar la sociedad y la concepción de la vida, dando lugar a la Edad Moderna que pone fin a la Edad Media.

Proliferan las universidades y aparece la imprenta, con lo que la cultura podrá ser divulgada y no será ya privilegio de unos pocos, sino extensible al resto de la población.

La esperanza de vida de la población no superaba los 50 años a causa de epidemias, períodos de hambre, guerras, etc. Además gran parte de la sociedad carecía de cultura y en la mayoría de los casos eran analfabetos, por lo que las manifestaciones literarias serán eminentemente orales y pocos ejemplos han podido llegar hasta nuestros días.

En la Edad Media había un estilo artístico, el arte románico. El enorme peso de la religión cristiana en la sociedad feudal originó unas manifestaciones artísticas esencialmente religiosas (iglesias, monasterios, imágenes y pinturas). La temática de las obras literarias será también eminentemente religiosa o de asuntos bélicos.

Las características de la literatura de la Edad Media son reflejo de esa sociedad:

- Teocentrismo : La vida del hombre en la tierra gira en torno a la creencia en Dios. Concibiéndose muchas veces la vida terrenal como un valle de lágrimas para la consecución de la vida eterna, que será remanso de paz y esperanza.

- Transmisión oral : la literatura se recitaba ante un pueblo que en su mayor parte era analfabeto. De ahí que se prefiera el verso a la prosa, para la recitación y memorización.

- Finalidad didáctica o moralizante : Se pretende adoctrinar a la masa inculta y de

alguna manera se busca transmitir los valores imperantes en aquella época.

- Carácter anónimo de las obras : En la mayoría de los casos no hay un autor conocido, sino que las obras literarias son producto de la colectividad y se transmiten de generación en generación con nuevas aportaciones que las van enriqueciendo.

Entre el siglo IX y el siglo XII, surgieron las diferentes lenguas romances: el

gallego-portugués, el leonés, el castellano, el navarro-aragonés y el catalán. Estos dialectos del latín nacen al norte de la península ibérica y darán paso a lenguas románicas, mientras que al sur seguía dominando el mozárabe. De todos estos dialectos románicos, el castellano será el que predomine, especialmente a partir del siglo XIII cuando Alfonso X lo proclama lengua oficial de Castilla. El castellano se extiende en abanico hacia el sur peninsular siguiendo el avance militar de Castilla, desplazando por el oeste al leonés; por el este al navarro–aragonés; y en el sur al mozárabe, que terminará desapareciendo. A finales de la Edad Media acaba imponiéndose como lengua común y de cultura en la mayor parte de la Península. En la expansión y prestigio del castellano influyeron también su temprano uso literario en el siglo XII (Poema de Mío Cid) y la abundante prosa jurídica y científica del reinado de Alfonso X el Sabio en el siglo XIII.

Los primeros documentos en castellano datan del siglo X sonlas glosas emilianenses y silenses de los monasterios de San Millán de la Cogolla y Santo domingo de Silos respectivamente. La expresión glosa significa “palabra difícil” y que necesita una explicación. Los textos se escribían en latín, pero en un lateral están estas “aclaraciones” que los propios copistas escribieron, para traducir el significado de alguna palabra que ya no se usaba.

Las primeras manifestaciones de la lírica castellana datan del siglo XI y son las jarchas. Se trata de cancioncillas en lengua mozárabe que cantaban los cristianos que vivían en territorio dominado por los árabes. Los poetas árabes, y también los judíos, cautivados por la belleza de estas breves composiciones mozárabes, remataban con ellas sus propios poemas cultos llamados moaxajas, escritos con caracteres del árabe clásico o hebreo. El contenido de la mayoría de las jarchas son lamentaciones amorosas en boca de un personaje femenino, una muchacha que está triste por la ausencia de su amigo, haciendo confidente a su madre o a su hermana.

Estas son transcripciones al castellano moderno, ya que el castellano medieval no se ajustaba a normas ortográficas, lo que provocó que se extendieran distintos tipos de fonemas, pero a partir de Alfonso X el Sabio la lengua se va unificando. Castilla será el reino más poderoso de la península, recuperará los territorios ocupados por los musulmanes y como consecuencia el castellano se irá expandiendo hacia el sur. Incluso cruzará el Atlántico, ya que será la lengua de la colonización después de la conquista de América, cuya fecha coincide con la publicación de la primera gramática de la lengua castellana de Antonio de Nebrija en 1492.

Además hay que mencionar otro tipo de composición lírica, las cantigas de amigo, que se desarrollan en el noroeste peninsular y tienen su origen en la poesía tradicional. Este género forma parte de la lírica galaico-portuguesa medieval. Los testimonios más antiguos conservados se remontan a finales del siglo XII y alcanzan su esplendor en el siglo XIV.

Otro hito importante de esta época esla escuela de traductores de Toledo , que desarrolla su labor a lo largo del siglo XIII con procesos de traducción e interpretación de textos clásicos greco-latinos, que habían sido vertidos del árabe o del hebreo a la lengua latina sirviéndose del romance castellano como lengua intermedia, o directamente a las lenguas romances, sobre todo al castellano, prestigiándose como lengua de cultura.

Fue Fernando III quien, en la primera mitad del siglo XIII, notó la necesidad de fijar un modelo lingüístico. Por un lado, las lenguas romances se van revalorizando cada vez más; por otro, el castellano era la lengua común a las tres culturas, lo que facilitaba el trabajo. La necesidad de fijar un modelo para los traductores fue una de las causas que llevaron Alfonso X a fijar lo que se conoce como castellano alfonsí.

Mester de Juglaría. La épica: los cantares de gesta.

Mester significa oficio, por lo tanto, Mester de Juglaría es el nombre que recibe el oficio propio de los juglares. También se llama Mester de Juglaría a la forma de componer y narrar historias los juglares, así como al conjunto de las obras que crearon.

Los juglares sabían hacer otras cosas además de contar historias. Había saltimbanquis, equilibristas, bailarines y músicos: su misión era entretener a la gente a la vez que informarles.

En el siglo XII aparece en la Península la literatura en lengua vulgar. Era una

literatura de transmisión oral, no se escribía y consistía principalmente en poemas que narraban ciertas personas por las plazas y castillos de los pueblos a cambio de comida, ropa o dinero. Estas personas eran los juglares, que actuaban como trovadores o cantautores.

La palabra épica viene del griego epiqué, que a su vez se forma de epós, que

significa palabra o canto. Por su parte, gesta proviene del latín gero, hacer. Por lo tanto, un poema épico, o cantar de gesta, es un canto narrativo de tipo tradicional en el que se narran las hazañas legendarias de un héroe para la creación de una unidad nacional, ensalzando el patriotismo. El conjunto de poemas épicos de un país forma su epopeya.

Surgen durante la Reconquista: el pueblo necesita narrar su formación como

nación, de modo que se transmite de modo oral. Es poesía anónima que se hace colectiva: al estar compuesta en una lengua romance, “sin valor”, la autoría pasa a un segundo plano.

Tienen carácter colectivo y van evolucionando a lo largo del tiempo, aunque parten de unos hechos históricos, no pretenden ser documentos historiográficos, sino que son manifestaciones literarias acerca de unos hechos reales que a todos interesaban.

El poema de Mío Cid, la obra más representativa de la épica castellana, se compuso probablemente a principios del siglo XIII. Su autor es anónimo, quizá un clérigo o un hombre de leyes.

El Poema de Mío Cid

Se conserva en setenta y cuatro hojas de pergamino de mediados del siglo XIV, más dos de encuadernación que son del XV. Consta de 3730 versos, aunque faltan uno o dos folios del principio y otros tantos del interior de la obra. Hay muchas dudas en cuanto a su autoría, se desconoce quién fue el autor, pero sabemos que Per Abbat fue el copista que la reescribió en el año 1207.

Argumento

Cantar del Destierro: Rodrigo Díaz de Vivar es desterrado por el Rey Alfonso VI de Castilla a causa de la envidia de algunos caballeros de la corte. Álvar Fáñez y otros vasallos del héroe deciden partir con él. El Cid se despide de su mujer e hijas y emprende su partida, en su camino logrará importantes éxitos en las batallas contra los árabes y mandará valiosos trofeos de guerra al rey, quien rectificará perdonándolo.

Cantar de las Bodas: Rodrigo Díaz logra conquistar Valencia y pide a su señor

reunirse con su familia, el rey no sólo lo permite, sino que además propone el casamiento de las hijas del Cid con los Infantes de Carrión. El rey lo ha perdonado pública y solemnemente, el cantar termina con la celebración de las bodas.

Cantar de la Afrenta de Corpes: Los Infantes de Carrión muestran su cobardía en las luchas de Valencia y deciden volver a su feudo con sus esposas, a quienes azotan en el robledal de Corpes, como venganza hacia el Cid. Este enterado de la afrenta pide justicia al rey. Para ello se reúnen las cortes de Toledo y retados a duelo por los hombres del Cid son vencidos y declarados traidores. Doña Elvira y Doña Sol celebran un segundo matrimonio mucho más honroso que el primero, ya que a través de él, Rodrigo Díaz quedará emparentado con reyes.

Personaje

De Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid, no se cuenta no su infancia ni su adolescencia, como era habitual en la épica. Se retrata como un personaje muy humano: se recalca su condición de padre y esposo. Es un caballero, está por debajo de la alta nobleza y llega a emparentarse con los reyes por méritos propios, no por su sangre. Además tiene una serie de características que lo señalan como héroe: es mesurado, no pasional; tiene sabiduría, que no es sinónimo de cultura, sino de saber obrar con sentido común y según se espera de él. Literariamente se marca con el epíteto épico, el Cid, “mi señor”, y con los signos externos propios del héroe: las barbas, las espadas Colada y Tizona y su caballo Babieca, también con epítetos épicos

como “corredor”, “el que en buena hora nació”, etc.

El Cid real. Rodrigo Díaz de Vivar nació en un pueblo de Burgos (Vivar) hacia el año 1040. Al morir el rey al que servía, Sancho de Castilla, en el cerco de Zamora, Rodrigo intentó vengar su muerte y cayó en desgracia ante el nuevo rey Alfonso VI de Castilla quien lo desterró. Conquistó y gobernó la ciudad de Valencia hasta que murió en el año 1099. Sus restos fueron trasladados al monasterio de Cardeña (Burgos) y fue allí donde comenzaron a narrarse sus grandes hazañas.

El Cid literario . En la obra, el Cid aparece idealizado y engrandecido para destacar su heroísmo. El Cid representa al héroe colectivo vencedor en mil batallas y siempre fiel a su rey a pesar de haber sido tratado injustamente. En el Poema se nos presenta como un guerrero invencible; pero también como un personaje tierno y humano que ama a Dios, a los suyos y que valora la amistad y la fidelidad. El Cid es el modelo de hombre medieval: lucha por su Dios, por su rey y por su fe contra los enemigos de su patria y su religión.

Métrica y estilo

El Cantar de Mío Cid se caracteriza por el empleo de la rima asonante y el metro irregular. Los versos pueden llegar a tener hasta veinte sílabas y quedan divididos en dos hemistiquios por una pausa (cesura) en el centro. La rima asonante permite la agrupación de los versos en tiradas más o menos largas con la misma rima. Con respecto a la lengua y estilo del poema, conviene recordar su carácter oral y su vinculación al mester de juglaría.

Algunos rasgos característicos son los siguientes:

- Uso frecuente de los epítetos épicos, para dotar a los personajes de cualidades excelentes, lo cual es una fórmula juglaresca: “el que en buena hora ciñó espada.”

- Cambio del punto de vista narrativo, pasando del estilo indirecto al estilo directo a través del diálogo, que infunde a la narración un carácter más dramático.

- Empleo de expresiones para atraer la atención de los oyentes: “ Yo vos diré,

dirévos, veriades… ” Los cantares de gesta tienen un carácter eminentemente oral.

Mester de clerecía

El Mester de Clerecía se desarrolló a lo largo de los siglos XIII y XIV. A él pertenecen una serie de clérigos con unas características comunes: uso predominante de la Cuaderna vía (conjunto de cuatro versos, rima consonante y versos alejandrinos AAAA), formación religiosa, temas novelescos, sacros, moralizadores.

En el siglo XIII destaca la figura del poeta Gonzalo de Berceo y en el siglo XIV la de Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita, autor del Libro de Buen Amor. Juan Ruiz, representa, dentro del Mester de Clerecía, una actitud mundana y jocosa, crítica con la sociedad en la que vive.

En el ámbito castellano nace en el siglo XIII como el primer movimiento culto español. Se crea a raíz del Prerrenacimiento, nacido en Italia y Francia un siglo antes. Algunas circunstancias sociales colaboraron en su nacimiento: desde la victoria cristiana en Navas de Tolosa, en 1212, la guerra va cediendo paulatinamente, posibilitando el crecimiento urbano y la creación de universidades -la primera, en Palencia se funda precisamente entre 1212 y 1214- que se suman a los monasterios como foco irradiador de cultura al que se acoge el mester. Además la ruta jacobea es también atracción para nuevas ideas; y en el IV Concilio de Letrán se promueve, de un lado, la necesidad de que los clérigos se culturizasen; y, de otro, se invita a la evangelización en lenguas romances.

Cuaderna vía : es una estrofa de cuatro versos de 14 sílabas, llamados alejandrinos, con la misma rima en consonante, es decir monorrimos. Están escritas en verso regular, dividido en dos hemistiquios isométricos de siete sílabas cada uno y separados por una pausa fuerte o cesura, al contrario que el mester de juglaría, que utiliza versos irregulares y anisosilábicos y hemistiquios heterométricos. Esto demuestra un gran dominio de la técnica y también justifica el que los autores firmen sus obras sintiéndose orgullosos.

Se presenta como una escuela eminentemente digna y moralizante, desvelando su carácter didáctico -en oposición a la índole noticiera de la juglaría- y ligada a la condición de saber eclesiástico, es decir, culto. En contraposición a la base tradicional de la juglaría, el de clerecía bebe en las fuentes cultas latinas. Además aparece una conciencia de autoría que no tiene sentido en la tradicionalidad de las composiciones juglarescas. Aquí se comparan ambos mesteres:

Gonzalo de Berceo

Es el primer poeta de nombre conocido que escribió en lengua castellana. Nació en Berceo, la Rioja, hacia el año 1195 y murió en torno a 1264. Educado en el monasterio benedictino de San Millán, fue clérigo secular, diácono y presbítero. Su formación con los monjes, valedores de la cultura en aquella época, impulsó su vocación literaria. Aparte de esto, poco se conoce de su vida, que debió transcurrir entregada a sus deberes religiosos y a componer su obra. Escribió Milagros de Nuestra Señora entre 1246 y 1252. Orgulloso del resultado firma su obra, cuya principal finalidad es propagandística, es decir, para dar fama a su monasterio.

Milagros de Nuestra Señora

Colección de 25 milagros atribuidos a la Virgen María, que en muchos casos aparece como un personaje humano. Cada uno de los milagros se estructura del siguiente modo: primero, una introducción para llamar la atención de los oyentes; luego, la narración del hecho milagroso y, por último, una conclusión con intencionalidad moralizante. Lo que se pretende es hacer propaganda con este entretenimiento didáctico, que representaba a la Virgen en la cotidianidad gracias a la visión particular de los milagros de Berceo.

Rasgos de estilo

Se sirve de la cuaderna vía, con muchas rimas asonantes en los hemistiquios. Por lo demás usa de abundantes recursos poéticos que muestran su voluntad de estilo: ironías, metonimias, lítotes, metáforas, perífrasis y anáforas. Su estilo está lleno de rasgos que procuran un cierto aire popular: invocaciones propias de la cotidianidad del XIII, diminutivos en - iello; pero no olvida los rasgos cultos: invocaciones en la parte final de cada milagro, apóstrofes cultos a la divinidad, latinismos. Lo que denota una clara voluntad de autoría por vez primera en letras españolas.

En el Mester de Clerecía también podemos notar una evolución a lo largo del tiempo:

La literatura del siglo XIV . El Arcipreste de Hita .

El Arcipreste de Hita vivió durante el siglo XIV. Probablemente nació en Alcalá de

Henares, fue arcipreste del pueblo de Hita (Guadalajara) y parece que estuvo en prisión por motivos que se desconocen. Por lo que se deduce de sus escritos debió de ser un hombre alegre, amante de la buena vida y muy culto.

El Libro del Buen Amor

La única obra que conservamos es el Libro del buen amor, formado por un conjunto de poemas con temas muy variados. Nos cuenta en primera persona sus verdaderos o fingidos amores y entre ellos enlaza otros asuntos: poemas líricos dedicados a la Virgen, cantos a serranas, coplas de estudiante, cuentos, fábulas.

En la obra predomina la cuaderna vía; pero también utiliza otros tipos de versificaciones. El mismo autor dice que escribió el libro para que las personas eviten el loco amor; sin embargo se atribuye aventuras amorosas, de las cuales también se puede aprender, quien lo desee, el Loco Amor.

Los temas

El amor: Es el tema principal y se distingue entre el Buen Amor, el amor a lo divino y el Loco Amor, que es el amor carnal. Este último supone la perdición del hombre y es una tentación. La mujer encarna todas las virtudes deseadas por el hombre y se representa como un icono de perfección. Por el contrario, las serranas responden al tipo de mujeres agrestes y selváticas y, por ello, casi animalizadas, que son tomadas del folklore medieval y de las pastorelas francesas, que son parodiadas en esta obra.

La muerte. La muerte es cruel por ineludible: de ahí lo inútil de acumular los bienes terrenales y de albergar esperanzas. La muerte cobra una gran importancia en la elegía a Trotaconventos. El personaje de Trotaconventos prefigura el tipo de la alcahueta que culminará en Celestina: aparece como mujer madura, codiciosa y que logra lo que se propone gracias al conocimiento de la condición humana y por practicar la brujería.

Los personajes .

-Arcipreste de Hita: Juan Ruiz es a la vez el autor y el personaje principal de la obra, que está escrita en forma autobiográfica. El Arcipreste se autodefine como mujeriego, ya que se enamora de las mujeres muy a menudo con el fin de buscar el amor verdadero.

-Trotaconventos: Es una mujer que vende joyas y es astuta, así como experta en asuntos de amoríos, por lo que el arcipreste y Don Melón le piden consejos amorosos. Se cree que la Trotaconventos es la predecesora de la Celestina.

-Don Carnal: Su personaje simboliza la carne, el pecado y los excesos, por este motivo está en plena disputa con Doña Cuaresma.

-Doña Cuaresma: Su personaje simboliza el periodo en el que no se puede consumir carne, la privación del placer, por lo que siempre está en disputa con Don Carnal.

-Don Melón: Es la parte consciente del Arcipreste. Está casado con Doña Endrina.

-Doña Endrina: Es una mujer bella y desconfiada que acaba casándose con Don Melón.

Métrica y estilo

La obra consta de 1709 estrofas de las que 1534 están en cuaderna vía, aunque también introduce versos hexadecasílabos con dos hemistiquios octosilábicos; en las partes líricas predomina otro tipo de estrofa, lo que demuestra de la heterogeneidad del mester de clerecía del siglo XIV. Su estilo mezcla lo culto con lo popular, lo religioso con lo profano, lo lírico con lo narrativo.

Prosa medieval

La prosa nace en lengua romance mucho después que el verso, ya que tenía que separarse de la concepción de romance vulgar e irle ganando terreno al latín como lengua de cultura. Los primeros nombres importantes de la prosa medieval son el rey Alfonso X el Sabio (siglo XIII) y su sobrino el infante don Juan Manuel (siglo XIV), autor este último de la obra El Conde Lucanor, una colección de cuentos breves y con moraleja.

Don Juan Manuel

Sus obras están dirigidas a apuntalar la conciencia de pertenecer a una clase social, la caballeresca. Este sentimiento de pertenecer a la nobleza le hace dedicarse a la escritura en exclusiva. Esto ocurre casi por primera vez en las letras hispánicas: el propio autor retoca continuamente sus obras con sentido de una cierta propiedad intelectual. Además, finge desconocer el latín para mostrarse original y defiende la primacía del castellano, un rasgo de su vocación individualista es insertar sus obras en el tiempo que le ha tocado vivir y mostrarse él mismo como personaje de su obra.

Libro de los ejemplos del conde Lucanor y de Patronio .

El autor expone en los prólogos que el libro está escrito para que el hombre, debemos de entender “el caballero”, lo aproveche en este mundo y guarde fama, hacienda y honra para salvar su alma. Dice escribir para lectores legos y desconocedores del latín con la intención de hacer prevalecer el castellano como lengua de cultura. Los destinatarios de su obra son los nobles: los temas reflejan los problemas propios de esta clase social.

En esta obra, el conde Lucanor va planteando una serie de problemas a su consejero Patronio. Este, para responder al conde, le cuenta una historia cuya enseñanza moral se recoge al final en dos versos, a modo de moraleja, y que servirá para solucionar el problema planteado. Los cincuenta y un ejemplos de que consta la obra tienen la misma estructura, aunque tratan distintos temas: podríamos decir que es una recopilación de cuentos tomados de las más diversas tradiciones (India, Persia, Japón o la literatura árabe) con un claro propósito moral, o sea para dar ejemplo: como llama a sus relatos. Como otras obras del periodo, las historias y relatos se insertan dentro de un relato marco, es decir: el conde y su consejero permanecen en la obra, sirviendo de hilo conductor de las diferentes historias que se van entrelazando.

La lírica popular: el Romancero

Un numeroso grupo de poemas anónimos de los siglos XIII, XIV y XV se conoce como “El Romancero”. Todos ellos tienen en común la estructura métrica: son romances (sucesión indeterminada de versos octosílabos, con rima asonante sólo en los versos pares, quedando libres los impares). Difieren entre sí en la temática, que puede ser muy variada: amorosa, histórica, fantástica, etc. Son poemas narrativos que cuentan con un número indefinido de octosílabos que riman en asonante los pares, quedando blancos los impares. Narran asuntos épicos, que parten de los poemas épicos y de los romans carolingios e hispánicos; también pueden ser “noticieros”, si dan cuenta de todo tipo de hechos históricos al margen de la épica, como los fronterizos, ambientados en los límites con los territorios musulmanes; y “novelescos”, que son los que entroncan con la balada lírica tradicional europea. Suelen ser poemas profanos que se fundan en una historia amorosa, que se cuenta con inicio in media res, con final abierto y sin moral explícita, dando lugar al llamado romance. Hay una gran sucesión de temas recurrentes: el castigo a la transgresión del matrimonio; las mujeres selváticas portadoras del mal; la violación y el incesto; la fidelidad amorosa y el amor eterno; el vasallo independiente y heroico con reyes injustos; los romances fronterizos, que propician encuentros con los moros, etc.